El informe global “Mujeres en la política: 2025” revela que la igualdad de género en la toma de decisiones políticas sigue siendo una deuda pendiente en todos los continentes.
A pesar de los avances logrados en las últimas décadas, la política global continúa siendo un ámbito dominado por los varones. Así lo demuestra el reciente informe “Mujeres en la política: 2025”, elaborado por la Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU Mujeres, que expone la sobrerrepresentación masculina en los espacios de poder y los obstáculos persistentes para alcanzar la igualdad.
Según los datos actualizados al 1 de enero de 2025, solo 25 países tienen una mujer como Jefa de Estado o de Gobierno, y apenas el 27,2% de los escaños parlamentarios en el mundo están ocupados por mujeres. En cuanto a los gabinetes ministeriales, las mujeres representan menos de uno de cada cuatro cargos (22,9%).
El informe también muestra que, cuando las mujeres logran acceder a puestos ejecutivos, suelen ser designadas en áreas tradicionalmente asociadas al cuidado y la equidad, como derechos humanos, igualdad de género o políticas sociales. En cambio, los varones continúan controlando carteras clave como economía, defensa, asuntos exteriores o interior.
América Latina y el Caribe lideran en representación parlamentaria femenina con un 36%, seguidas por Europa y América del Norte (33%). Luego se ubican África subsahariana (27%), Asia oriental y sudoriental (23,5%), Oceanía (20%), África del norte y Asia occidental (19%), y Asia central y meridional (17,5%).
Pero las desigualdades no se expresan solo en los porcentajes de participación. Las mujeres que alcanzan cargos de liderazgo político también enfrentan riesgos adicionales, como el sexismo, la violencia institucional y la criminalización. Si bien no existe un registro global oficial sobre cuántas mujeres líderes políticas han sido encarceladas, se sabe que muchas han sido objeto de persecución por parte de regímenes autoritarios u opositores al avance de los derechos de las mujeres.
La historia política reciente ofrece ejemplos paradigmáticos como los de Indira Gandhi (India) y Benazir Bhutto (Pakistán), encarceladas o exiliadas por razones políticas. En la actualidad, distintas organizaciones denuncian que esta realidad persiste en numerosos países, en contextos donde el autoritarismo y la falta de transparencia dificultan la obtención de cifras precisas.
El informe reafirma que sin una participación equitativa de las mujeres en todos los niveles de decisión política, no es posible hablar de democracias plenas. La representación, además de ser un derecho, es una condición fundamental para construir sociedades más justas e inclusivas. Y en 2025, la igualdad sigue sin llegar al poder.