En una misión sin precedentes, en las profundidades del océano argentino, a casi 4.000 metros bajo la superficie, concluyó la expedición Talud Continental IV. Fue una misión histórica impulsada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en articulación con el Schmidt Ocean Institute y con la participación del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), universidades nacionales y otras áreas del sistema científico-tecnológico del país.
Durante semanas, un equipo interdisciplinario de más de 30 científicas y científicos —formados en universidades públicas— recorrió el Cañón de Mar del Plata con el vehículo submarino ROV SuBastian, registrando imágenes inéditas de especies y paisajes submarinos. Cada hallazgo, desde estrellas de mar hasta peces abisales, no solo amplía el conocimiento científico, sino que también alimenta la educación y despierta vocaciones en nuevas generaciones.
La expedición no termina con la llegada a puerto. Las muestras recogidas serán analizadas en laboratorios argentinos y resguardadas en el Museo Argentino de Ciencias Naturales, garantizando que los datos y registros obtenidos queden en el dominio público. Este trabajo se traducirá en investigaciones, publicaciones, proyectos escolares y herramientas para diseñar políticas de conservación marina.
En un mundo donde el conocimiento científico es estratégico, esta misión reafirma la importancia de la ciencia como política de Estado. La inversión en investigación pública no es un gasto, sino una decisión de futuro: formar especialistas, sostener instituciones, promover la cooperación internacional y garantizar que la educación esté alimentada por conocimiento de primera mano.
Porque explorar las profundidades no es solo una aventura: es un compromiso colectivo con la educación, la soberanía del conocimiento y la preservación de nuestros recursos naturales. Y cuando la ciencia es pública, cada hallazgo pertenece a toda la sociedad.
Uno de los momentos más emotivos fue el cierre de la expedición en donde el grupo de científicos se despidió con agradecimientos al apoyo de la gente que se volcó masivamente a seguir las transmisiones por el streaming especialmente habilitado como una de las condiciones de la divulgación científica de la indagación marina.